“No puedo
ni siquiera imaginar una araña. Me da miedo, asco, muchas sensaciones. No puedo
ni pensar en qué pasaría si tengo una araña cerca, creo que me moriría”
El miedo
es una experiencia muy común para los seres humanos y se trata, además, de una
experiencia que tiene un importante valor adaptativo para la supervivencia de
la especie. Normalmente cuando hablamos de miedo adaptativo nos referimos a un
conjunto de sensaciones que se ponen en marcha como respuesta normal ante
peligros reales. Pero cuando estas sensaciones se experimentan en situaciones
que no suponen una amenaza real, nos encontramos ante un miedo que ya no es
adaptativo. El término fobia se utiliza para describir este tipo de reacciones
de miedo no deseables.
Si esos
miedos pueden justificarse en relación a
una situación traumática en la vida del
paciente, generalmente se diagnostica como estrés postraumático o estrés
agudo.
Si no es
así, evaluar cuáles son esos miedos: si el miedo está relacionado con animales,
situaciones del ambiente natural, miedo de sangre o heridas, miedo de ahogarse
o vomitar, estamos ante la presencia de las llamadas fobias específicas.
Es necesario diferenciar entre los siguientes subtipos de fobias
específicas que indican la causa del miedo o evitación:
- Tipo animal.- El miedo hace referencia a insectos o animales.
- Tipo ambiental.- El miedo hace referencia a situaciones relacionadas con la naturaleza y los fenómenos atmosféricos, como tormentas, precipicios, tornados, volcanes, agua.
- Tipo sangre-inyecciones-daño.- El miedo hace referencia a la visión de la sangre o heridas, o a recibir inyecciones u otras intervenciones médicas.
- Tipo situacional.- El miedo hace referencia a situaciones concretas como a vehículos, túneles, ascensores, aviones o recintos cerrados.
- Otros tipos.- El miedo hace referencia a otro tipo de situación entre las que se incluyen aquellas que pueden llevar al atragantamiento, vómito o la adquisición de una enfermedad.
Diferencias entre Fobias y Miedo normal
- Intensidad excesiva
- Irracionalidad
- Evitación del objeto del miedo.
- Interferencia en las actividades cotidianas
- Malestar clínicamente significativo
El
tratamiento actualmente más eficaz para las fobias específicas es la terapia
cognitiva- conductual (TCC). Sus objetivos son:
- Ayudar al paciente a entender la respuesta de ansiedad, y a controlar su intensidad, aprendiendo a manejar las sensaciones físicas.
- Ayudar al paciente a afrontar mas confortablemente las situaciones u objetos que antes evitaba.
- Enseñar estrategias que permitan modificar los pensamientos irracionales del paciente. El paciente debe aprender que las consecuencias catastróficas esperadas no se producen.
- Devolver al paciente la sensación de control.
En cuanto al tratamiento con medicación, todos los pacientes deben
ser informados, en el momento en que se inicia el tratamiento, de los posibles efectos secundarios y el riesgo
de síntomas de discontinuación y/o abstinencia si el tratamiento se interrumpe
repentinamente. Esto se evita si el tratamiento farmacológico es adecuadamente
controlado por un especialista en salud mental. Lo ideal es que toda la
información se entregue escrita adecuadamente para que pueda estar disponible
en cualquier momento para el paciente.
El mayor obstáculo suele ser que la persona que lo padece no
confíe en la posibilidad de enfrentarse
a aquello a lo cual le temió irracionalmente toda la vida, y no acceda al
tratamiento, ya que casi siempre les parece inalcanzable la posibilidad de mejorar.
Con el
tratamiento adecuado, el índice de recuperación es muy elevado, y en plazos
muy breves.
Dra. Carolina Quantin