Edgardo
tiene 43 años, es casado, sano físicamente, bachiller y empleado administrativo
de una empresa de seguros desde hace 21 años. Fue despedido hace 6 meses y
aceptó la entrevista psiquiátrica exclusivamente por pedido de su esposa.
Refiere que al perder el trabajo comenzó a sentirse inquieto, nervioso, con dificultad
para dormir, sueño no reparador y pesimista en relación al futuro familiar y al
propio.
Concurrió
a varias entrevistas de trabajo y no consiguió insertarse laboralmente. Al despido
inicial se sumó una prolongada desocupación. A pesar de haber estado muy
afectado desde que recibió el telegrama de despido, se negó a realizar todo
tipo de tratamiento psicológico o psiquiátrico, pues consideraba que lo que le
sucedía era normal y lógico a la situación. Durante la primera consulta dice:
“lo mío se arregla con trabajo o dinero, no con palabras, pero si me quiere dar
algo para tomar lo probaría porque así no doy más”. Reconoce haber concurrido a
todas las entrevistas laborales, sumamente ansioso por su inexperiencia para
este tipo de “entrevistas modernas”. Se pregunta también qué hubiera pasado si
hubiera concurrido más tranquilo y sereno.
A
Edgardo se le diagnosticó Trastorno Adaptativo Ansioso y fue medicado con dosis
bajas de ansiolíticos, comenzando a mejorar en la primera semana y
encontrándose estabilizado desde el
primer mes de tratamiento.
TRASTORNOS ADAPTATIVOS
Se
denominan así a los trastornos de sintomatología variable que se producen como
consecuencia de una mala/pobre adaptación a la exposición reciente a
eventos/factores estresantes claramente identificados.
El
cuadro clínico debe producir un malestar francamente mayor de lo esperable en
respuesta al/los estresante/s y a su vez impactar/”trastornar”
significativamente las actividades sociales, laborales o académicas de quien lo
padece.
¿Cuáles suelen ser los estresores más
frecuentes como causales de un trastorno adaptativo?
1) De
la vida de relación:
·
Embarazo
·
Problemas
de pareja
·
Separaciones/divorcios
·
Dificultades
laborales
·
Ascensos
importantes o despidos
·
Mudanzas/desarraigos
·
Problemas
económicos
·
Jubilación
2) Enfermedades médicas:
·
Enfermedades
agudas o crónicas, evaluaciones diagnósticas complejas y/o prolongadas
· Cualquier
situación psicofísica que produzca una merma o pérdida de autonomía y de autosuficiencia
Si bien este tipo de situaciones estresoras son indudablemente frecuentes, no todos los sujetos
expuestos enferman desarrollando un trastorno de adaptación.
De
acuerdo al predominio de síntomas, los trastornos adaptativos pueden dividirse
en varios subtipos:
·
Con
estado de ánimo depresivo: con predominio de síntomas del tipo de ánimo depresivo,
llanto o desesperanza.
·
Con
ansiedad: con predominio de síntomas como nerviosismo, preocupación o
inquietud.
·
Mixto
con ansiedad y depresión
·
Con
trastorno de comportamiento (vagancia, vandalismo, conducción de automóviles
irresponsable, peleas e incumplimientos legales)
·
Con
alteración mixta de las emociones y el comportamiento.
TRATAMIENTO
Se
trata de cuadros altamente prevalentes,
que muchas veces al ser subdiagnosticados, no son tratados. Esto genera con el tiempo posibles
patologías psiquiátricas más severas y deterioro de la calidad de vida del paciente.
Los trastornos adaptativos precozmente diagnosticados no suelen requerir
tratamientos farmacológicos muy prolongados. Los tratamientos integrados y
combinados de psicoterapia con psicofármacos son los más efectivos.
Una
vez que haya cesado el estresante o “sus consecuencias”, los síntomas no
debieran durar o persistir más de 6 meses; sin embargo, puede tornarse crónico
si el cuadro perdura en respuesta a un estresor que se ha cronificado o a sus
consecuencias si son permanentes. Siguiendo el caso anteriormente descripto, el
paciente puede conseguir trabajo pero continuar con sintomatología ansiosa, y
las consecuencias del periodo sin trabajo también pueden persistir (problemas
económicos).
En
conclusión, no debemos olvidar la importancia en la adecuada detección de los trastornos adaptativos para la implementación de un rápido y eficaz tratamiento.
Dra.
María Laura Liceaga