Finalmente, y después de haberla rechazado en dos
oportunidades por sus efectos adversos, la Administración de Drogas y Alimentos
de los Estados Unidos (FDA) aprobó la flibanserina,
también conocida como el “viagra femenino”.
¿De qué se trata esta molécula?
Mientras que el sildenafil (“la pastilla azul”)
solo promueve el flujo de sangre hacia los genitales masculinos y produce
efectos casi inmediatos (sin influir en el deseo sexual), este nuevo fármaco está
diseñado para alterar a lo largo de semanas la secreción de dos
neurotransmisores, uno vinculado con la motivación y la recompensa (dopamina) y
el otro con las sensaciones de satisfacción o saciedad (serotonina). Es por
esto que también se atribuye a la flibanserina la cualidad de inhibir el
apetito.
El mecanismo a través del cual la flibanserina incide en el deseo sexual
es algo todavía confuso. De hecho las
investigaciones con esta droga estaban dirigidas a sus efectos antidepresivos. La
comprobación de que aumentaba el impulso sexual en las mujeres fue un hallazgo.
Lo concreto es que esta
nueva píldora constituye el trofeo más buscado por numerosas compañías farmacéuticas y generó entusiasmo y críticas por igual. Las criticas están sustentadas, básicamente,
en la cantidad de efectos adversos que produce: mareos, fatiga y nauseas, por
ejemplo. Además, el prospecto del medicamento advierte que puede causar
hipotensión pronunciada y desmayos. Un
dato importante es que, como ocurre con otros antidepresivos, no debe asociarse
a la ingesta de alcohol.
El doctor Carlos Damin (titular de la catedra
de toxicología de la Facultad de Medicina UBA) dijo: “se sabe que la
flibanserina tiene muchos efectos adversos que no se lograron evitar, tales
como picos de hipotensión que, sumados al alcohol, pueden provocar cuadros
sincopales (desmayos). Está
absolutamente contraindicado su uso con otros antidepresivos. Tampoco puede
combinarse con ciertos antibióticos y medicamentos contra los hongos
(antimicóticos) debido a la interacción que podrían presentar a nivel hepático. Es decir fue aprobado pero falta hacer fármacovigilancia
para saber si va a ser efectivo.”
El
deseo sexual hipoactivo
Es una disfunción sexual que sufren tanto las
mujeres como los hombres. Se caracteriza por falta de interés en mantener
relaciones sexuales y es importante determinar si la disfunción es primaria,
secundaria, situacional o generalizada. Muchas veces, por otra parte, no se
trata de que uno de los miembros de la pareja tenga el deseo sexual inhibido,
sino de que la otra persona tiene un deseo sexual hiperactivo.
Este deseo disminuido puede obedecer a causas
biológicas o psicológicas. Las más frecuentes que encontramos en la experiencia
clínica son:
- Problemas de comunicación
- Falta de afecto no sexual
- Peleas
- Celos
- Educación sexual restrictiva
- Información incorrecta
- Insomnio
- Estrés
- Dolor relacionado al coito
- Poca intimidad emocional
- Menopausia
Siempre la sugerencia es consultar a un
especialista y, en el marco de una terapia sexual, que los miembros de la
pareja estén con disposición a un cambio y puedan expresarse con claridad para hacer
posible la evaluación y el abordaje de su relación interpersonal.
Lic. Patricia Rodríguez