martes, 13 de marzo de 2012

Los nueve puntos


El siguiente problema es usado por el psicólogo austríaco Paul Watzlawick para ejemplificar un proceso de cambio:

Intente conectar los nueve puntos que aparecen a continuación por medio de cuatro líneas rectas sin levantar el lápiz.
Si no logra hacerlo seguramente se debe a que usted esta viendo a los nueve puntos como un cuadrado. Esa característica geométrica no esta en ningún lado, ni en los puntos ni en el enunciado del problema. El cuadrado esta sólo en su forma de interpretar el dibujo. Sólo si logramos dejar de lado esa forma que le imponemos a la imagen es que podremos resolver el problema. Cuando dejamos de ver el cuadrado y aceptamos que son sólo puntos llegamos a la solución (al final del artículo)

La Terapia Cognitivo Conductual o TCC apunta a modificar la forma de interpretar una situación que se configura como problema y que genera malestar. En los trastornos de ansiedad, las interpretaciones erróneas o distorsionadas de algunos aspectos de la realidad circundante o de los indicadores fisiológicos son factores que contribuyen al mantenimiento del problema.

De esta manera, para una persona que padece Fobia Social, una fiesta puede ser la situación mas embarazosa que pueda tener, una cucaracha puede ser casi un monstruo para alguien con una Fobia Simple a esos insectos, el pequeño retraso de un hijo es la certeza de un accidente para quien sufre de Trastorno de Ansiedad Generalizada y, para quien que lidia con el Trastorno de Pánico, un mareo o una taquicardia son el indicio de un inminente desmayo o de un ataque cardíaco.

En todos esos casos la distorsión en la forma de interpretar o pensar un evento, un estímulo o un síntoma, genera reacciones emocionales negativas y conductas perjudiciales en consecuencia.

Las investigaciones en terapia cognitiva identificaron algunos tipos de distorsiones de pensamiento o distorsiones cognitivas que son habituales en las personas que sufren trastornos de ansiedad:
  1. Pensamiento todo-o-nada - Interpretar los eventos y personas en términos absolutos, evidenciado en el uso de términos como "siempre", "nunca", "todos", cuando su uso no está justificado por los acontecimientos.
  2. Sobregeneralización - Tomar casos aislados y generalizar su validez para todo.
  3. Filtro mental - Enfocarse exclusivamente en ciertos aspectos, usualmente negativos y perturbadores, de un evento o persona con exclusión de otras características.
  4. Descalificación de lo positivo - Continuamente descartar experiencias positivas por razones arbitrarias.
  5. Saltar a conclusiones - Asumir algo cuando no hay apoyo empírico para ello. Dos subtipos han sido identificados:
    • Lectura de pensamiento - Presuponer las intenciones de otros.
    • Adivinación - Predecir o "profetizar" el resultado de eventos antes de que sucedan.
  1. Magnificación y Minimización - Subestimar o sobreestimar las cualidades de eventos o personas. Un subtipo identificado es la catastrofización.
    • Catastrofización - Imaginarse y rumiar acerca del peor resultado posible de un evento, sin importar lo improbable de su ocurrencia.
  1. Razonamiento emocional - Formular argumentos basados en cómo se "siente" en lugar de la realidad objetiva.
  2. Debeísmo - Concentrarse en lo que uno piensa que "debería" ser en lugar ver las cosas como son, y tener reglas rígidas que se piensa que “deberían” aplicarse sin importar el contexto situacional
  3. Etiquetado - Relacionada con la sobregeneralización, consiste en asignar un nombre a algo en vez de describir la conducta observada objetivamente. La etiqueta asignada por lo común es en términos absolutos, inalterables o bien con fuertes connotaciones prejuiciosas.
  4. Personalización - Consiste en asumir que uno mismo u otros son responsables directos de algo ocurrido, cuando muy posiblemente no haya sido el caso en realidad. Cuando se aplica a uno mismo puede producir ansiedad y culpa, y aplicado a otros produce enojo exacerbado y ansiedad de persecución.

En la TCC el terapeuta y el paciente intentan juntos identificar en qué medida las interpretaciones que generan ansiedad presentan una o varias de estas distorsiones, para poder modificarlas por otras más ajustadas a los datos objetivos del entorno y del propio cuerpo. Este trabajo se llama “reestructuración cognitiva” y es una de las partes fundamentales de la terapia.

El objetivo, en última instancia, es poder “ver” de otra manera algo que se presentaba como peligroso y sin solución. En otras palabras, salirse del cuadrado imaginado y así poder unir los nueve puntos.
Lic. Diego Tzoymaher