jueves, 5 de enero de 2017

¿Qué es la Fobia Social? ¿Cómo se trata? ¿Individual o grupal?

Desde hace mucho tiempo a María le gusta Juan, sin embargo cuando logra aproximarse, todo intento de iniciar un diálogo queda arrasado ante el bloqueo mental y, en consecuencia, un fuerte sentimiento de frustración se apodera de ella. Se repiten, una y otra vez, frases como “se va a dar cuenta que estoy nerviosa”, “percibirá que soy una tonta”, “no le voy a gustar”.

Gustavo decidió realizar una consulta médica, cansado de que el temor a hablar en público impacte negativamente en su calidad de vida. Progresivamente fue incrementando el número de actividades que necesitaba evitar para aliviar su ansiedad, convenciéndose con frases como “no tengo ganas, me aburro”,  “estoy cansado”,  y así lograba permanecer durante la mayor parte del día en su casa y en soledad, con un estado anímico decaído.
  
Como María y Gustavo, muchas son las personas con Trastorno de Ansiedad Social (TAS), que sienten un intenso malestar y/o una ansiedad desmedida en diversas situaciones sociales, durante las cuales el temor a ser observados y evaluados negativamente cobran protagonismo.
Pensamientos del estilo: “se darán cuenta que soy un incompetente”, “percibirán que estoy nervioso”, desencadenan un amplio abanico de síntomas como sudoración, ruborización, alteraciones en el tono de voz, bloqueo mental, palpitaciones, tensión muscular, malestar gastrointestinal, sensación de ahogo. Muchos de ellos fácilmente percibidos por el interlocutor, lo que contribuye a la retroalimentación entre el miedo, la ansiedad y la evitación, propios del TAS. 
Escenarios como hablar por teléfono o comer en público, dialogar con desconocidos o con personas de autoridad, asistir a una fiesta, o el simple hecho de caminar por la calle, se convierten para estos pacientes en una verdadera odisea.
El aspecto común a estas situaciones es el temor excesivo a la evaluación negativa, cualidad básica en los sujetos con fobia social. Vale aclarar que el individuo no sufre por el temor a las situaciones sociales propiamente dichas, sino a la posibilidad de ser juzgados negativamente en ellas (independientemente de la situación). Lo que sucede es que estos pacientes perciben una simple “probabilidad” como un hecho concreto, es decir sobrestiman la chance de ser observados, rechazados o ridiculizados, y en consecuencia mantienen un constante estado de hiperalerta (agotador y estresante) ante una amplia variedad de escenarios percibidos como amenazantes.
Sentir ansiedad en determinados escenarios es algo frecuente (y hasta podría decirse esperable) entre la gente, sin embargo, cuando la intensidad es elevada, como la frecuencia de aparición y de duración, y el grado de conducta de evitación es constante, hablamos en términos de Fobia Social.

La Fobia Social puede ser tratada con eficacia por medio de la Terapia Cognitiva Conductual, cuyo tratamiento plantea procedimientos empíricamente validados.  
Tradicionalmente se ha dividido el tratamiento cognitivo-conductual de la fobia social en cuatro tipos de procedimientos:

Estrategias de relajación: proporcionarán al paciente medios para afrontar la ansiedad.

Entrenamiento en habilidades sociales: enseñar habilidades sociales adecuadas, tanto verbales como no verbales, con el fin de mejorar las competencias y conductas interpersonales.  

Exposición a las situaciones temidas: estrategia básica de la intervención con pacientes con fobia social. Con el objetivo de que el sujeto logre superar la evitación, y pueda exponerse gradualmente a las situaciones temidas para que la ansiedad disminuya.
 
Reestructuración cognitiva: los factores cognitivos juegan un rol determinante en el desarrollo de la fobia social. Vimos que el temor al escrutinio o a la evaluación negativa, constituye un problema en la percepción de la conducta y los motivos de los demás. Por lo tanto, las intervenciones que aborden las percepciones y los pensamientos distorsionados serán relevantes durante el tratamiento.

Sin dejar de mencionar la psicoeducacion, estrategia terapéutica mediante la cual se brinda información al paciente acerca de la enfermedad, para proveerlo de herramientas que le permitan ser proactivo en el tratamiento y la comprensión de su enfermedad.

La Fobia Social, es uno de los cuadros psicopatológicos que mayor beneficio obtiene con  tratamientos terapéuticos de formato grupal. Porque la modalidad del encuadre propicia las condiciones necesarias para que el sujeto pueda afrontar aquello justamente genera ansiedad: la interacción social.
Bajo un ambiente de confianza, vinculado a personas con idénticas dificultades, coordinado por profesionales, se generan las condiciones adecuadas para que progresivamente el paciente disminuya la sintomatología.


Lic. Brenda Campos