lunes, 14 de abril de 2014

“No necesito tratamiento, necesito trabajo”

Edgardo tiene 43 años, es casado, sano físicamente, bachiller y empleado administrativo de una empresa de seguros desde hace 21 años. Fue despedido hace 6 meses y aceptó la entrevista psiquiátrica exclusivamente por pedido de su esposa. Refiere que al perder el trabajo comenzó a sentirse inquieto, nervioso, con dificultad para dormir, sueño no reparador y pesimista en relación al futuro familiar y al propio.
Concurrió a varias entrevistas de trabajo y no consiguió insertarse laboralmente. Al despido inicial se sumó una prolongada desocupación. A pesar de haber estado muy afectado desde que recibió el telegrama de despido, se negó a realizar todo tipo de tratamiento psicológico o psiquiátrico, pues consideraba que lo que le sucedía era normal y lógico a la situación. Durante la primera consulta dice: “lo mío se arregla con trabajo o dinero, no con palabras, pero si me quiere dar algo para tomar lo probaría porque así no doy más”. Reconoce haber concurrido a todas las entrevistas laborales, sumamente ansioso por su inexperiencia para este tipo de “entrevistas modernas”. Se pregunta también qué hubiera pasado si hubiera concurrido más tranquilo y sereno.
A Edgardo se le diagnosticó Trastorno Adaptativo Ansioso y fue medicado con dosis bajas de ansiolíticos, comenzando a mejorar en la primera semana y encontrándose  estabilizado desde el primer mes de tratamiento.

TRASTORNOS ADAPTATIVOS
Se denominan así a los trastornos de sintomatología variable que se producen como consecuencia de una mala/pobre adaptación a la exposición reciente a eventos/factores estresantes claramente identificados. 
El cuadro clínico debe producir un malestar francamente mayor de lo esperable en respuesta al/los estresante/s y a su vez impactar/”trastornar” significativamente las actividades sociales, laborales o académicas de quien lo padece.

¿Cuáles suelen ser los estresores más frecuentes como causales de un trastorno adaptativo?
1)    De la vida de relación:
·         Embarazo
·         Problemas de pareja
·         Separaciones/divorcios
·         Dificultades laborales
·         Ascensos importantes o despidos
·         Mudanzas/desarraigos
·         Problemas económicos
              ·         Jubilación                                        

2)    Enfermedades médicas:
·         Enfermedades agudas o crónicas, evaluaciones diagnósticas complejas y/o prolongadas
           ·     Cualquier situación psicofísica que produzca una merma o pérdida de autonomía            y de autosuficiencia


Si bien este tipo de situaciones estresoras son indudablemente frecuentes, no todos los sujetos expuestos enferman desarrollando un trastorno de adaptación.
De acuerdo al predominio de síntomas, los trastornos adaptativos pueden dividirse en varios subtipos:
·         Con estado de ánimo depresivo: con predominio de síntomas del tipo de ánimo depresivo, llanto o desesperanza.
·         Con ansiedad: con predominio de síntomas como nerviosismo, preocupación o inquietud.
·         Mixto con ansiedad y depresión
·         Con trastorno de comportamiento (vagancia, vandalismo, conducción de automóviles irresponsable, peleas e incumplimientos legales)
·         Con alteración mixta de las emociones y el comportamiento.

TRATAMIENTO
Se trata  de cuadros altamente prevalentes, que muchas veces al ser subdiagnosticados,  no son  tratados. Esto genera con el tiempo posibles patologías psiquiátricas más severas y deterioro de la calidad de vida del paciente. Los trastornos adaptativos precozmente diagnosticados no suelen requerir tratamientos farmacológicos muy prolongados. Los tratamientos integrados y combinados de psicoterapia con psicofármacos son los más efectivos.
Una vez que haya cesado el estresante o “sus consecuencias”, los síntomas no debieran durar o persistir más de 6 meses; sin embargo, puede tornarse crónico si el cuadro perdura en respuesta a un estresor que se ha cronificado o a sus consecuencias si son permanentes. Siguiendo el caso anteriormente descripto, el paciente puede conseguir trabajo pero continuar con sintomatología ansiosa, y las consecuencias del periodo sin trabajo también pueden persistir (problemas económicos).
En conclusión, no debemos olvidar la importancia en la adecuada detección de los trastornos adaptativos para la implementación de un rápido y eficaz tratamiento.


Dra. María Laura Liceaga