lunes, 27 de junio de 2016

¿Qué actitud tienen tus seres queridos ante tu trastorno de ansiedad?


Los vínculos que generamos pueden potenciar o aliviar nuestro malestar en la vida. Necesitamos de nuestros afectos, pero no cualquier tipo de relación, sino aquella que sea saludable, que nos ayude a crecer y superar los miedos.
El mero acto de que nos den la mano, puede tranquilizarnos en situaciones de ansiedad. Las personas que tenemos cerca nos ayudan a regular nuestros procesos corporales y emocionales. El contacto con nuestros seres queridos actúa, literalmente, como antídoto contra el miedo, el estrés y el dolor.

¿Pero qué sucede si tu entorno cercano no sabe acompañarte adecuadamente cuando desarrollas un trastorno de ansiedad?
En líneas generales, los familiares de las personas que padecen ansiedad excesiva, no están asesorados sobre qué es, ni cómo enfrentarla. Y, en su intento por ayudar, tienden a adoptar ciertas posturas que potencian o sostienen la patología.

Existen cuatro tipos de conductas nocivas que pueden desarrollar las personas que te rodean:
1- Fomentar dependencia: Al evitar situaciones, tareas o deberes, tu entorno cercano puede tender a asumir dichas responsabilidades o acompañarte para que puedas realizarlas con menor dificultad. Ej: "Ir acompañado a todos lados, por miedo a tener síntomas de ansiedad".
2- Prestarte excesiva atención: Si la atención que recibís (y que a todos nos gusta tener) es más intensa cuando tenés síntomas de ansiedad que cuando no, tiene sentido que tu temor comience a estar motivado por la atención que te brindan tus seres queridos. Por supuesto, puede que esta actitud no sea intencional. Todos los seres humanos tenemos la tendencia a responder ante la atención incrementando aquel comportamiento que generó dicha respuesta. Ej: “Te llaman varias veces al día para saber cómo estás, evitan confrontarte por miedo a generarte síntomas”.
3- Sobredimensionar los síntomas: Otra posibilidad es que, debido a la falta de entendimiento respecto a la naturaleza de los trastornos de ansiedad, tu entorno exacerbe tus miedos reaccionando desmedidamente, o sobredimensionando tus síntomas. Ej: “vamos a la guardia, tal vez estés teniendo un infarto”.
4- Falta de apoyo: Como contrapartida, puede suceder que tus seres queridos reaccionen ante tu ansiedad con enojo, frustración, poco entendimiento, y falta de apoyo. Ej: “es sólo un problema de tu mente, no tenés nada”.
Si observás que tanto vos, como tu entorno desarrollan este tipo de comportamientos ante tu trastorno de ansiedad, es importante que consultes con un profesional de la salud mental. Las investigaciones han demostrado que la inclusión de otros significativos durante el proceso terapéutico, facilita el desarrollo de una mejoría, y reduce la probabilidad de sufrir recaídas.
Asesorar a tu red de apoyo es fundamental, para que logren enfrentar esta patología en equipo, y prevengan que vuelva a instalarse en sus vidas.

Lic. Yanina Calabretta